Mañana
encontrarás la última esperanza;
Llegabas
cargado de inmensas lluvias;
Compañero,
no insistas en ese delirio
Recoge
el revólver.
Tus
raíces se perdieron poco a poco en el tiempo
Cuando
te entregabas al ocio y matabas la misma
noche.
Mañana
encontraras la última esperanza;
¿Qué
podías hacer tan solo?
Si,
tienes derecho a esa sencilla obsesión
Sin
duda treinta años de fiebre te pueden haber dejado loco;
¿O
soñaste mil delirios de fiebre y whisky?
Mañana
encontraras la última esperanza;
La
que faltaba, con su aspecto rebajado,
Con
su falsa humildad,
¡Pero
basta, no dejes que roben más tus vergüenzas!