Que lastima son las siete y no llegaste, en verdad
se que no llegaras
Que lastima no hay razón para olvidar tu aire
aburrido, mirándome fijo, esperando un beso frio.
Y que sorpresa cuando miro el reloj y no te veo,
sin embargo el almanaque sigue clavado en la pared mostrándome el día que te
fuiste.
No, no hay razón para olvidar pues los días siguen
exactos,
exactamente igulales,como los dejaste .
Que lastima son las siete y no llegastes, pero todavía
me falta coraje o vergüenza para olvidarte, o quizás mi corazón se niegue a
dejar de esperarte…
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