Hacemos
muy poco, somos como viejos amantes
de
mentiras gastadas.
Esas
murallas son mayores que nosotros y todos los
que
creen la verdad se acostumbraron a vivir en la
jaula.
¿Por
qué creer en Dios?
¿Por
qué esa descarga furiosa diciendo lo siento?
Hacemos
muy poco y los abrazos, los besos y todo eso ya se han escurrido por las
alcantarillas.
Pero
hay que vivir desbarrancando agonías, librando cada minuto
dandole algun sentido a ese dolor...
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