Puedo
escribir, o desaparecer, pero el viento me arrastra.
De
repente el vértice se aproxima descolgando el ocaso
Y
huyen palabras y melancolías,
¿Qué
fe me sustenta, la del hombre?
Es
un viejo truco el de la fe, parece magnético y te va
enredando
en sus hélices.
Hace
años me dedico a no morirme pero el porvenir es imposible
de
vivir, a menudo me acuerdo del amor proprio, pero sigo flotando
o
inventando nuevas derrotas.
Puedo
escribir, o desaparecer, pero proteger mis sueños es un riesgo
que
no quiero correr;
Tengo
una hesitación esencialmente carnívora, es como un acaso,
o
un momento mío.
Los
nervios han alcanzado su botín, con esa perfecta indiferencia irracional
Es
un viejo truco el de la fe, pero cuando nace una flor me acuerdo
de
el amor proprio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario